
La sensibilidad al gluten no celíaca es una enfermedad con síntomas digestivos o extradigestivos similares a los de la celiaquía. Se conoce poco sobre su fisiopatología y no existe ninguna prueba específica para su diagnóstico. ¿Cómo saber si eres sensible al gluten? ¿Tienes cansancio aumentado, dolores generalizados, ansiedad, depresión, jaquecas, dermatitis, catarros frecuentes, asma, alergias, “intestino irritable“…? Son algunos de los posibles múltiples síntomas de la sensibilidad al gluten. A cada persona le afecta de una manera. ¿Te han dicho que no eres celíaco, pero sigues encontrándote mal? Te damos todas las respuestas.
📜 En este artículo encontrarás:
- 1 ¿Qué es la sensibilidad al gluten no celíaca?
- 2 ¿A qué edad aparece?
- 3 Sensibilidad al gluten no celíaca: Genética
- 4 ¿A qué porcentaje de población afecta?
- 5 ¿Qué causa la sensibilidad al gluten no celíaca?
- 6 ¿Cuáles son los síntomas de la sensibilidad al gluten no celíaca?
- 7 ¿Hay relación con la fibromialgia?
- 8 ¿Cómo saber si soy sensible al gluten? ¿Cómo se diagnostica la sensibilidad al gluten no celíaca?
- 9 ¿Puedo tener sensibilidad al gluten sin ser celíaco?
- 10 ¿Intolerancia, alergia o sensibilidad al gluten?
- 11 Diferencia entre celiaquía y sensibilidad al gluten
- 11.1 Diferencias desde el punto de vista de la fisiopatología
- 11.2 Diferencia entre celiaquía y sensibilidad al gluten: Pruebas diagnósticas
- 12 ¿Cuál es el tratamiento de la sensibilidad al gluten no celíaca?
- 13 ¿Cuál es la dieta para la sensibilidad al gluten?
- 14 ¿Hay algún medicamento para tratarla?
- 15 Te podría interesar:
- 16 REFERENCIAS
¿Qué es la sensibilidad al gluten no celíaca?
La sensibilidad al gluten no celíaca, o simplemente sensibilidad al gluten, es una enfermedad en la que se desarrollan síntomas muy parecidos a los de la enfermedad celíaca. Mejoran cuando se retira el gluten de la dieta (Fasano y col., 2015).
¿A qué edad aparece?
Puede desarrollar a cualquier edad, tanto en niños como en adultos (Fasano y col., 2015).
Sensibilidad al gluten no celíaca: Genética
En la sensibilidad al gluten no celíaca no se conocen marcadores genéticos específicos. Es decir, no es preciso tener una predisposición genética para desarrollarla (Volta y col., 2015), (Aziz y col., 2015).
La presencia en personas sensibles al gluten de los marcadores genéticos HLA-DQ2 ó HLA-DQ8, o cualquiera de sus alelos, es un indicador que apunta a una enfermedad celiaca incorrectamente evaluada o difícil de diagnosticar (Volta y col., 2019).
¿A qué porcentaje de población afecta?
Se ha calculado que la sensibilidad al gluten no celíaca afecta hasta el 13% de la población y las cifras van en aumento (Molina-Infante y col., 2015).
¿Qué causa la sensibilidad al gluten no celíaca?
Hay todavía dudas sin resolver sobre las causas exactas que producen la sensibilidad al gluten no celíaca.
Los últimos avances apuntan a que, además del gluten, las personas sensibles al gluten reaccionan frente a otras proteínas presentes en el trigo y el resto de los cereales con gluten (Leonard y col., 2017).
Estos cereales también contienen FODMAP, que son unos carbohidratos de cadena corta y alcoholes relacionados. Son difíciles de absorber en el intestino delgado. Pero las conclusiones científicas a fecha actual son que su efecto se limita a causar una leve intolerancia (Volta y col., 2019).
Es decir, los FODMAP solo producen ciertas molestias digestivas, como sensación de hinchazón. Pero no justifican los síntomas extradigestivos (Volta y col., 2019).
¿Cuáles son los síntomas de la sensibilidad al gluten no celíaca?
Como en la enfermedad celíaca, pueden ser tanto digestivos como extradigestivos, es decir, que afectan a otros órganos fuera del aparato digestivo.
Sensibilidad al gluten: Síntomas digestivos
Los síntomas digestivos pueden aparecer solo por temporadas. Puede haber períodos sin ningún síntoma. O puede no haber ninguno.
Son similares a los que experimentan las personas etiquetadas de “síndrome del intestino irritable”.
Pueden ser uno o más de los siguientes:
- Hinchazón.
- Dolor abdominal.
- Diarreas.
- Estreñimiento.
- Alternancia diarrea/estreñimiento.
- Gases.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Ardores de estómago.
- Reflujo.
Sensibilidad al gluten: Síntomas extradigestivos
Los síntomas extradigestivos son, con frecuencia, los únicos indicios de que eres sensible al gluten.
Entre ellos, destacan:
- Cansancio aumentado.
- Dolores de cabeza.
- Incapacidad para concentrarse o neblina mental.
- Dermatitis.
- Alergias.
- Intolerancias alimentarias (como la intolerancia a la lactosa).
- Llagas en la boca.
- Anemia.
- Hormigueos en manos o pies.
- Dolores musculares y de huesos.
- Dolores articulares.
- Artritis.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Ataxia.
- Convulsiones.
- Demencia.
También se ha descrito su asociación con enfermedades mentales o trastornos psiquiátricos, entre otros:
- Autismo.
- Esquizofrenia.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Alucinaciones.
- Trastorno bipolar.
¿Hay relación con la fibromialgia?
Sí, al menos en algunos casos.
Se ha demostrado la mejoría de algunas personas con fibromialgia únicamente con el tratamiento de la dieta sin gluten.
No obstante, estas personas con frecuencia necesitan retirar más alimentos de su dieta. Esto es debido a que la sensibilidad al gluten suele asociarse con alergias o intolerancias alimentarias.
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¿Cómo saber si soy sensible al gluten? ¿Cómo se diagnostica la sensibilidad al gluten no celíaca?
“Cómo saber si tengo sensibilidad al gluten” o “cómo saber si el gluten me hace daño” son preguntas que probablemente te hagas.
No hay en la actualidad ninguna prueba analítica ni histológica (biopsias) que confirme o descarte la sensibilidad al gluten no celíaca. Eso significa que el diagnóstico se hace por exclusión.
Los pasos para detectarla incluyen hacer todas las pruebas para enfermedad celíaca y alergia al trigo.
Una vez razonablemente descartadas ambas, el paso siguiente es realizar una prueba con la dieta sin gluten. Tiene que ser estricta cien por cien y mantenida durante, como mínimo, un año.
Si se produce una mejoría de al menos un 30% de los síntomas digestivos y extradigestivos, se confirma el diagnóstico.
¿Puedo tener sensibilidad al gluten sin ser celíaco?
Sí.
No obstante, una parte de científicos opina que la celiaquía y la sensibilidad al gluten son diferentes manifestaciones de una misma enfermedad, dos caras de una misma moneda.
De hecho, se calcula que una parte de personas etiquetadas como sensibles al gluten son en realidad celíacas. Pero no se han diagnosticado correctamente.
¿Intolerancia, alergia o sensibilidad al gluten?
En ocasiones oirás referirse a esta enfermedad como “intolerancia al gluten no celiaca” o “alergia al gluten”. La sensibilidad al gluten no celíaca no es ni una alergia ni una intolerancia (Ludvigsson y col., 2013).
De hecho, para diagnosticarla, además de la celiaquía, hay que descartar la alergia al trigo (Volta y col., 2019).
Diferencia entre intolerancia y sensibilidad al gluten
Diferencia con las intolerancias alimentarias
La sensibilidad al gluten no celíaca es inmunomediada. Es decir, se desencadena una reacción del sistema inmunitario.
En la intolerancia a los alimentos se produce una incapacidad para digerir o metabolizar correctamente ciertos alimentos o nutrientes. No obstante, a diferencia de la sensibilidad al gluten, no hay intervención del sistema inmunitario sino que está causada principalmente por deficiencias enzimáticas. Un ejemplo típico es la intolerancia a la lactosa, en la que hay déficit de la enzima lactasa.
Una intolerancia alimentaria no siempre produce síntomas. Cuando suceden, se limitan a molestias digestivas pasajeras más o menos intensas. En cambio, la sensibilidad al gluten puede producir síntomas en cualquier punto del organismo y enfermedades asociadas. Estas pueden ser muy serias o incapacitantes, como la fibromialgia, el Síndrome de Tourette y otras enfermedades neurológicas.
La sensibilidad al gluten no celíaca NO es una intolerancia. NO es correcto denominarla “intolerancia al gluten no celiaca”.
Intolerancia al gluten: Un término desaconsejado a todos los niveles por los científicos
Aunque lo oímos por todos los rincones, especialistas incluidos, la denominación “intolerancia al gluten” nació de un error de concepto, cuando se desconocía la fisiopatología de la enfermedad celíaca.
El término “intolerancia al gluten” es una definición imprecisa y vaga. No se ajusta a ninguna de las enfermedades reconocidas que causa el gluten. Por lo tanto, conduce a muchos errores de interpretación (Ludvigsson y col., 2013).
Hace años que el uso de “intolerancia al gluten” está desaconsejado por los expertos a nivel mundial. Las denominaciones adecuadas son (Ludvigsson y col., 2013):
- Enfermedad celíaca.
- Sensibilidad al gluten no celíaca.
- Trastornos relacionados con el gluten. Es el término global que incluye ambas, así como la alergia al trigo, la dermatitis herpetiforme y la ataxia por gluten.
Diferencia entre sensibilidad al gluten y las alergias alimentarias
Aunque en la sensibilidad al gluten no celíaca se produce una reacción del sistema inmunitario, los procesos implicados difieren de los de las alergias alimentarias.
Diferencia entre celiaquía y sensibilidad al gluten
Diferencias desde el punto de vista de la fisiopatología
- La celiaquía es una enfermedad autoinmune. Es decir, tu propio sistema inmunitario ataca por error a las células sanas de tus tejidos y órganos.
- La sensibilidad al gluten no celíaca es inmunomediada, pero no autoinmune. Es decir, se produce una reacción del sistema inmunitario, pero no va dirigida a destruir tus propios órganos.
Diferencia entre celiaquía y sensibilidad al gluten: Pruebas diagnósticas
La teoría: Criterios antiguos, estrictos y rigurosos desfasados
Los criterios que se emplean generalmente en los estudios científicos de investigación para encuadrar a los pacientes como celiacos “genuinos” son muy rigurosos y cuadriculados.
Por desgracia, se siguen utilizando habitualmente en las consultas médicas de todo el mundo.
Según estos criterios tan estrictos y obsoletos, se supone que el celiaco tiene que tener:
- Serología positiva (los anticuerpos de enfermedad celíaca).
- Marcadores genéticos compatibles.
- Atrofia vellositaria.
La realidad de la práctica clínica diaria y protocolos diagnósticos actualizados
No obstante, esos criterios rigurosos actualmente se han modificado y no son viables para aplicar en la práctica clínica diaria.
Los hallazgos reales en celiacos incluyen:
- La serología puede ser negativa (anticuerpos de enfermedad celiaca). Especialmente en niños mayores de 2 años, adolescentes y adultos celiacos, con mucha frecuencia la serología es normal o está mínimamente elevada. No obstante, erróneamente se considera por muchos laboratorios y médicos como negativa.
- Las biopsias duodenales muestran con frecuencia lesiones inflamatorias mínimas, sin atrofia de las vellosidades. Es decir, enteritis linfocítica con un aumento de linfocitos intraepiteliales superior al 25% (Marsh 1).
- El 95-99% de los celiacos presenta genética compatible (marcadores genéticos HLA-DQ2, HLA-DQ8 ó alguno de sus alelos).
En las personas sensibles al gluten no celíacas:
- La serología de enfermedad celíaca siempre es normal.
- Las biopsias duodenales pueden presentar un incremento de los linfocitos intraepiteliales. No obstante, es generalmente inferior al 25% (Marsh 0).
- Los marcadores genéticos (HLA-DQ2/DQ8) son heterocigotos o claramente negativos.
En común, celiacos y sensibles al gluten:
- Muestran una clara mejoría al seguir una dieta sin gluten estricta, (teniendo en cuenta evaluar y tratar todas las posibles complicaciones asociadas que dificultan la recuperación).
- Los signos y síntomas pueden ser indistinguibles y afectar a cualquier órgano del cuerpo.
- Se reproducen los síntomas cuando realizan transgresiones voluntarias o inadvertidas y empeoran definitivamente si abandonan la dieta.
Las consecuencias de la desactualización o el escepticismo
Por lo tanto, dependiendo de lo actualizado que esté el especialista o lo estricto que sea al aplicar los criterios diagnósticos de enfermedad celíaca:
- Según el resultado de las pruebas optará por encuadrarte como celiaco, sensible al gluten no celiaco o sencillamente despreciará este último diagnóstico.
- O ni tan siquiera hará el protocolo diagnóstico de enfermedad celiaca completo: solo una analítica de sangre y carpetazo si es negativa. Por lo tanto, no habrá evaluado correctamente ni la celiaquía ni la sensibilidad al gluten no celíaca.

Celiaquía diagnóstico serológico: Negativo NO descarta

Celiaquía y gemelas: Impresionante caso real
¿Cuál es el tratamiento de la sensibilidad al gluten no celíaca?
El tratamiento es el mismo que el de la celiaquía: la dieta sin gluten estricta y, como indican estudios recientes, probablemente también mantenida de por vida.
¿Cuál es la dieta para la sensibilidad al gluten?
Las personas sensibles al gluten no pueden comer ningún alimento que contenga gluten.
No solo no pueden consumir los alimentos que claramente lo contienen, sino que también deben evitar el gluten “oculto” (en la gran mayoría de alimentos preparados) y la contaminación cruzada.
Es decir, los alimentos prohibidos son todos aquellos que contienen gluten, sea en la cantidad que sea.
¿Hay algún medicamento para tratarla?
No.
El único tratamiento disponible es la retirada de la dieta de todos los alimentos que contienen gluten.
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